Mayte Albores

Normalmente lo que escribo lo tengo en la cabeza, en los ojos, en la piel, en el cuerpo... no necesito pensar...

¡Lo que escribo soy yo hecho palabra!



El fuego se apaga con sed.
Al final todo será un mismo infierno que aprendemos a amar ¿será, eso, la felicidad?


Aprieto los labios
con la fuerza
de dejar
mi boca morada.

Los gemidos, internos,
se agolpan al deseo de salir
en un grito espantoso detenido
en nudo
de garganta.

Todos los derechos Reservados en el Registro de la Propiedad Intelectual

martes, 14 de julio de 2009

PONIENDO PUNTOS AL CUENTO.


Estrellado está el cielo,
que aparece negro para mi
e iluminado para otros,
y apretando el sentido sonrio enmascarada,
enseñando los dientes disfrazados de sutil alegría
que se pierde a caudales.

He perdido mi nombre
y ahora lo busco entre alcantarillas,
que no puedo caminar si no voy conmigo,
y lo juro que estoy cansada de acompañarme,
de batirme en duelo como una rata de cloaca...

Y yo te lo decia:
"No me dejes sola en esta plaza,
no me da más miedo el toro
que ver a tanta gente apuntando...
y esperando una cornada para no sacar el pañelo"

No quiero esperar más madrugadas pensando.
Estoy cansada de abrigarme con canciones de Serrat y no contigo,
de acompañarme de los héroes de la palabra y siempre sin ti...
Estoy cansada de soñar por mi cuenta,
de robarme las horas muertas...

Estoy cansada.

Y ya no quiero poner de mi parte,
ni si quiera a partes iguales:
-La penumbra no me gusta si no te veo-.

Que la vida se complica y yo,
sólo quiero fugarme lejos de aquí,
y si quieres me acompañas
pero no voy a suplicarte que lo hagas.

Esta noche ya no quiero que me toques,
ni que me mires,
ni que me huelas...
porque sabes que sólo un movimiento tuyo
hará que vuelva como siempre...
y no es porque estoy acostumbrada,
ES PORQUE TE AMO
y no quiero tus tentaciones.

Ya no quiero nada.

No quiero más mentiras, si me quieres o si me quisiste.
No quiero que me ocultes lo que haces,
porque yo te espero cada noche en mi alcoba,
y me creo tus palabras con perfume de otros besos.

Y he vuelto a cenar sola,
y retirar tu plato entero como todas las noches.
Y esperándote, siempre esperándote,
con perfume de vainilla en mi piel,
con aceite entregado en suavidad,
con el pelo suelto...

¡YA NO MÁS!

Se acabó.
Soy tuya y no me trendrás,
y sin tenerme,
sabes que mis labios
no besarán la traición de cada día.
Y mi cuerpo se ha enfriado con mi pena
porque el hielo envenenado me ha abierto los ojos.

No llores por mi,
que conmigo me basto sola
para exprimir mis ojos secos que diluviaron.

Este es el punto, de un "se acabó"
y un hasta luego que no te aseguro si llegará.

Te quiero.

Te quise y no sabes cuanto.

Y sólo espero, que te amen por lo menos tanto
como un día hice yo.

1 comentario:

La sonrisa de Hiperion dijo...

"Soy tuya y no me trendrás,
y sin tenerme,
sabes que mis labios
no besarán la traición de cada día."


La traición de cada es la permanente, la que hiere por simple existencia. La jode por definición. será cabrón el Cupido de los coj... de las flechas jajaja

Saludos y un beso!


MÁS PUTA QUE NUNCA:
UN ALMA SE VENDE
POR SENTIR UN ESCALOFRÍO
INDESCRIPTIBLE