Mayte Albores

Normalmente lo que escribo lo tengo en la cabeza, en los ojos, en la piel, en el cuerpo... no necesito pensar...

¡Lo que escribo soy yo hecho palabra!



El fuego se apaga con sed.
Al final todo será un mismo infierno que aprendemos a amar ¿será, eso, la felicidad?


Aprieto los labios
con la fuerza
de dejar
mi boca morada.

Los gemidos, internos,
se agolpan al deseo de salir
en un grito espantoso detenido
en nudo
de garganta.

Todos los derechos Reservados en el Registro de la Propiedad Intelectual

domingo, 2 de junio de 2013

Moraima en Mallorca







Presentación de Andrés Suarez, por Mayte Albores.



Conocí el trabajo de Andrés gracias a una pequeña de seis años, que cuando a lo lejos escuchó su voz por primera vez, dejó todo lo que estaba haciendo y se puso delante de su trabajo. Aquella tarde, junto a esa niña, repetí una y otra vez aquella canción.
Y como sé que los niños tienen un sentido único que responde a esa verdad absoluta que la mayoría de adultos desconocemos, intuí que estaba ante un verdadero genio del sentimiento.

Puedo confesar, que a unas horas de presentarlo seguía delante de un infinito  incapaz de sintetizar. Y cuando digo infinito, todos los que estáis aquí, ya sabéis de qué y de quién hablo.

Y ya que he decidido comenzar con confesiones, sigo en ello diciéndoos que no hay cosa más complicada que dar paso a un ser con el que de algún modo te sientes implicado o implicada emocionalmente, aunque sea simplemente, porque sabes que ha puesto voz, banda sonora o ambas cosas a instantes y/o a las personas más importantes de tu vida; o tal vez, porque es tan especial poética y musicalmente hablando, que uno deduce que siempre ha sido un trovador incluso desde el minuto cero en que fue parido.
Mientras él  dice cosas tales como "Mi abuelo cantaba. Mi madre cantaba; yo creo que ella ya me cantaba incluso antes de nacer. Y eso hace que todo lo que te sucede lo relaciones siempre con la música"; su madre lo recuerda como el niño que NO pasó ni una sola noche sin llorar hasta que cumplió los tres años.

Personalmente, siempre que presento a algún poeta, en este caso un cantautor y poeta integral, digo que, éstos, son una herida abierta de la que emana belleza, que son un sangrado, y que de su dolor y de su visceralidad y de su ¿porqué no decirlo así? VALENTÍA y DESNUDEZ, nos vestimos el resto del mundo:

- son "dadores": mientras que las sociedades venden su alma al diablo, ellos nos la reponen con la suya propia -rellenan LOS VACÍOS-

Andrés abandonó su aldea del norte, Pantín, su pequeño paraíso de familia y amigos, de música y marineros, de agua y arena, y arañó el metro de Madrid sin saber lo que era, tocando a la intemperie y al desarraigo, bajo la palabra de las personas más importantes de su vida, las que han contribuido con su orgullo a que hoy esté aquí y con ese: "ADELANTE, HIJO"

Un hombre con una guitarra y una palabra que fue "De ida", dando nombre a su primer álbum, y que a día de hoy, han hecho lo que es.

Señoras y señores, ha llegado Moraima, su último trabajo y un triunfo para todos.

Andrés, hoy estás rodeado de amigos, de personas que aman lo que haces y representas: te decimos que te queremos siempre "De vuelta" y te damos paso con la misma palabra con la que te hiciste:

ADELANTE, ANDRÉS SUAREZ.


 Mayte Albores.

PD: agradecimiento especial al amigo Ale Gutiérrez.






"Vuelve, que te estoy confundiendo con las flores
que adornan los defectos de las casas donde aún hablo de ti.
Vuelve, y vuélvete a reír mientras bailamos,
y riégame el jardín que ya no llueve,
(...)
Nieve, te cambio por tu ausencia en los lavabos.
Me  cuido menos, debería dejarlo"
 (Vuelve - Andrés Suárez)



A Lucía. Por su tiempo desierto. Por cubrir los desiertos.
Por la palabra.
Por nuestra palabra.
Y con la dedicatoria de Andrés que dice así:

"Lucía, hubo nieve y flores,
hubo una Elsa al vuelo de hadas
y tres minutos para siempre tuyos.
Gracias y
Estoy aquí, cantándote bajito"

(De Andrés para Lucía)


MÁS PUTA QUE NUNCA:
UN ALMA SE VENDE
POR SENTIR UN ESCALOFRÍO
INDESCRIPTIBLE