Mayte Albores

Normalmente lo que escribo lo tengo en la cabeza, en los ojos, en la piel, en el cuerpo... no necesito pensar...

¡Lo que escribo soy yo hecho palabra!



El fuego se apaga con sed.
Al final todo será un mismo infierno que aprendemos a amar ¿será, eso, la felicidad?


Aprieto los labios
con la fuerza
de dejar
mi boca morada.

Los gemidos, internos,
se agolpan al deseo de salir
en un grito espantoso detenido
en nudo
de garganta.

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sábado, 30 de octubre de 2010

La grandeza del ser...

Qué pequeño es el gran mundo, dice,
qué pequeño y perdido entre la infinidad...

Y hablamos de inmensidades,
expresadas entre tierras y mares,
y olvidamos que la más grande,
habita dentro de nosotros.

jueves, 21 de octubre de 2010

Ennegrecidas mis venas
por la sangre que se enfría,
y con el moho de las lágrimas en mi piel,
presagio un gran desastre para mi corazón.

Ayer,
sólo reia,
sólo cantanba,
sólo bailaba,
sólo daba gracias a la vida...

Pero hoy,
con estas venas colapsadas,
por esa sangre que ya no late por ti,
he dejado de sentirme viva...

Y ayer,
que sólo reia,
que sólo cantaba,
que sólo bailaba...
no sabía,
que sólo escribía,
un feliz comienzo,
para un final de agonía...

Si te quiero,
o te he querido,
qué te importa si te vas,
y enmudezco entre llantos,
y sin dejarte de mirar,
contemplando la derrota
de un corazón que se para,
porque no quiere sufrir más...

domingo, 17 de octubre de 2010

Inédito

Apenas unas letras
en la ventana del cielo
de tu mirada
y se dibuja en mi piel
una sonrisa
entre los pliegues
de mi pudor

Francisco J. Picón

jueves, 7 de octubre de 2010

Mi (TU) desnudez...


Me desnudaría siempre;
sin pudor;
frente a ti,
y cuantas veces quisieras.

Porque no me siento desnuda,
cuando arropas con tu mirada
la piel que busca
exhibirse ante tus ojos...

La perversión de mi vergüenza
me enloquece,
desatando los movimientos más impuros.

Más estos dedos, llenos de energia,
son ceniza al roce de tu cuerpo;
que a carboncillo,
podrían dejar sus huellas sobre tu piel,
y escribirte entre caricias mis deseos...

Mis pecados y delitos
son el vicio de fantasear,
imaginar cómo caer sobre ti
con mis pechos gritando a latidos
que quieren vestirse de nuevo
entre tus labios...

Morderte con dientes de loba,
para besarte como si fueras un bebé.
Rodearte con mis piernas de mujer,
entre el paraiso y el placer,
y susurrarte con gemidos
que nos queda toda la vida...

Si la pasión tuviera nombre,
entre sus letras leería el tuyo.
Y qué importa si mañana
ya no suenan tus pasos hacia mi,
cuando hoy,
ya nos hemos dejado la piel escrita...


Cuando hacemos el amor
y aún sin terminar de hacerlo,
ya nuevamente nos estamos deseando...
y en ese momento y por siempre,
sabes,
que mi desnudez descansará en tus manos...

MÁS PUTA QUE NUNCA:
UN ALMA SE VENDE
POR SENTIR UN ESCALOFRÍO
INDESCRIPTIBLE