
Mi pecho encarcelado entre una tela que lo cubre,
y el deseo me desatan las ganas de que arranques suavemente
y el deseo me desatan las ganas de que arranques suavemente
este fino muro que separa tus manos de mi piel.
Quiero que me toques con los besos de tus labios
y sentir el calor humedo de tus caricias capaces de
saborearme para alcanzar mi desenfreno que es tuyo.
No te dejo respirar...
Y entre la bravura de las sensaciones,
poso mis manos sutilmente encima de las tuyas,
como si de un timón se trataran,
para dirigirlas y arrastrarlas por mi cuerpo,
hacia el empuje de mis caderas...
Tengo el ángulo y la inclinación perfecta.
La curvatura de este cuerpo de mujer
que quiere poseerte en un largo momento
y entre infinidades y placeres abismales...
Me siento tuya, aunque no lo soy,
y tú, sin ser mio ni para mi,
te has rendido al primer encanto
de esta salvaje atracción de polos opuestos.
2 comentarios:
Sensual como la pasión misma escrita en tus versos.. me los quedo..
Un gusto leerte.
Saludos fraternos
Un abrazo
Uyssssss cuando la carne pide carneeeeeeeeee.... las pasiones se desatannnn
Saludos y un beso guapa!
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