Mayte Albores

Normalmente lo que escribo lo tengo en la cabeza, en los ojos, en la piel, en el cuerpo... no necesito pensar...

¡Lo que escribo soy yo hecho palabra!



El fuego se apaga con sed.
Al final todo será un mismo infierno que aprendemos a amar ¿será, eso, la felicidad?


Aprieto los labios
con la fuerza
de dejar
mi boca morada.

Los gemidos, internos,
se agolpan al deseo de salir
en un grito espantoso detenido
en nudo
de garganta.

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miércoles, 13 de abril de 2011

Cuando no te comes el mundo, ¿el mundo te come a ti?

Que necesito hacer
"algo de provecho"
para mi y para mi vida,
dicen...

Y el único
provecho sentido,
y al que encuentro valor,
es la poesía.

Parezco
"un pobre diablo",
en un mundo
"lleno de razones".

Pero,
no quiero salvarme,
NO QUIERO SALVARME.

Entarradme
bajo mis versos,
cuando sea la hora.

Y una nota al pie,
con el resultado
de la autopsia:

"Gusanos de la tumba,
comed los sobrantes
que han dejado,
los gusanos de sus días"



3 comentarios:

David dijo...

Sangre de Poeta...

Vida en Sentimiento...

Besos de respetuosa admiración

Ana dijo...

Es un poema de los de raíz, yo a veces solo soy capaz de eso de derramar letras mientras doy tumbos por todo lo demás.

El final redondo mi niña, un besazo y un abrazo

Anónimo dijo...

absolutamente maravillosa,,,aida


MÁS PUTA QUE NUNCA:
UN ALMA SE VENDE
POR SENTIR UN ESCALOFRÍO
INDESCRIPTIBLE