
¿Qué hay detrás de la palabra?
¿y qué más allá de un silencio?
Qué fuegos apaga una voz cerrada,
y qué cenizas podrían contar, cómo era la llama...
¿Cómo aprender a mirar desde dentro?
cómo preservar la calma
Detrás del látigo, detrás de la máscara,
detrás de la obsesión, se esconde la gata...
detrás de sus hábitos de "celibata"
que sale de caza en busca de ratas...
Exponiendo en escaparates robados,
trocitos de alma donados,
que una vida que no se comparte,
duele más que molerse a sí mismo a palos...
Pegrino, qué me hace tú mirar,
que me invita a colarme por el jardín de atrás.
Peregrino, cómo peregrinar,
hacia el juego de cartas en el duelo del azar.
Y si mañana he de llorar por tu marcha,
me quedará el inagotable recuerdo de tu marca,
peregrino, dime, si quieres subir al monte,
para poner en tus jardines las amapolas de su Venus...
Las sensaciones que penetran son:
sólo para aquel que entre en silencio a contemplar
sólo para aquel que se adentre en esta selva loca
sólo para aquel que se deje amar y...
sólo para aquel que quiera disfrutar
DE CADA GOLPE DE MAGIA QUE TIENE UN LATIDO AL RESPIRAR
DE CADA DIBUJO EN EL AIRE QUE HACE MI MOVIMIENTO
DE CADA ARRULLO ENTRE LAMENTOS DE SATISFACCIÓN
DE CADA ROCE, CALOR, COLOR... Y...
ESTAS MANOS QUE NO ME PERTENECEN... ACLAMAN...
DÉJATE...
1 comentario:
Somos la mitad de lo que parecemos ser...
Un besote.
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