Con tus ojos me llamas
para mostrarme tus pasos
Viejo... enseñanzas de la vida.
De tú vida me regalas
la historia, tú historia
la memoria te hace gala
Viejo... piel arrugada y sufrida;
piel caliente, piel vivida.
Cada pliegue es un beso dedicado
a toda esa, tu familia
Viejo... no te vayas
no te lleves tú energía
Viejo... vuelve a mirar con tus ojos cansados
para no olvidar tu mirada
Viejo... riete a mi vera, para recordar por siempre
todas nuestras primaveras
A ti, abuelito, por esos 96 años de historia y compañía.
Y que la vida te siga acompañando, para regalarnos más momentos.
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