Mayte Albores

Normalmente lo que escribo lo tengo en la cabeza, en los ojos, en la piel, en el cuerpo... no necesito pensar...

¡Lo que escribo soy yo hecho palabra!



El fuego se apaga con sed.
Al final todo será un mismo infierno que aprendemos a amar ¿será, eso, la felicidad?


Aprieto los labios
con la fuerza
de dejar
mi boca morada.

Los gemidos, internos,
se agolpan al deseo de salir
en un grito espantoso detenido
en nudo
de garganta.

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viernes, 10 de abril de 2009

Viejo... viejo camino que caminas.

Con tus ojos me llamas

para mostrarme tus pasos



Viejo... enseñanzas de la vida.

De tú vida me regalas

la historia, tú historia

la memoria te hace gala



Viejo... piel arrugada y sufrida;

piel caliente, piel vivida.

Cada pliegue es un beso dedicado

a toda esa, tu familia



Viejo... no te vayas

no te lleves tú energía

Viejo... vuelve a mirar con tus ojos cansados
para no olvidar tu mirada
Viejo... riete a mi vera, para recordar por siempre
todas nuestras primaveras

A ti, abuelito, por esos 96 años de historia y compañía.
Y que la vida te siga acompañando, para regalarnos más momentos.

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MÁS PUTA QUE NUNCA:
UN ALMA SE VENDE
POR SENTIR UN ESCALOFRÍO
INDESCRIPTIBLE