Mayte Albores

Normalmente lo que escribo lo tengo en la cabeza, en los ojos, en la piel, en el cuerpo... no necesito pensar...

¡Lo que escribo soy yo hecho palabra!



El fuego se apaga con sed.
Al final todo será un mismo infierno que aprendemos a amar ¿será, eso, la felicidad?


Aprieto los labios
con la fuerza
de dejar
mi boca morada.

Los gemidos, internos,
se agolpan al deseo de salir
en un grito espantoso detenido
en nudo
de garganta.

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viernes, 17 de abril de 2009

Carta de sentimientos y resentimientos

Querido corazón, no dejes que el dolor paralice tu capacidad de amar,
porque para que te amen, debes saber hacerlo tú antes.

Querido perdón, que la rabia no te detenga y puedas tender la mano a aquel que te la negó,
porque tal vez ahora vuelve a ti arrepentido y tiene mucho que ofrecerte

Querida razón, ¿quien crees que eres tú para vetar tu capacidad de sentir?
el amor no razona, se siente, se sabe y se hace... no te entiende, mi querida razón, ni tiene tiempo de atenderte.

Querida conciencia, te activas y reactivas
pero a veces también tienes ganas de desaparecer,
y yo, lo entiendo, que en elgún momento no quisieras pensar
y que cuando te hacen daño, te gustaría hacer lo mismo,
pero tú, que eres inteligente,
sabes que debes ser justa.

A ti, venganza, ne to quiero.
No quiero hacer lo que critico,
porque cuando criticas, es porque no quieres ser como ello.

Querida generosidad, eres grande y quiero que me acompañes,
porque tú no pones límites, y eso me hace libre.
Saber amar, es ser generosamente ilimitado en bondad.

A ti, odio, fuera.
Fuera, porque no quiero hablar contigo.
No conduces a nada, ni siquiera,
al aprendizaje que me trajo el dolor.

A todos mis queridos, bienvenidos seais en mi vida,
juntos llegaremos a algo bueno, lo sé.

A todas esas sombras que tapais mi luz os digo,
que seguiré caminando tanteando el camino aunque sea con mis manos.
Que vuestros muros los derribaré con ganas de perderos de vista,
porque un sentimiento es capaz de convertir
los desiertos de cariño, en selvas de amor.

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MÁS PUTA QUE NUNCA:
UN ALMA SE VENDE
POR SENTIR UN ESCALOFRÍO
INDESCRIPTIBLE