Mayte Albores

Normalmente lo que escribo lo tengo en la cabeza, en los ojos, en la piel, en el cuerpo... no necesito pensar...

¡Lo que escribo soy yo hecho palabra!



El fuego se apaga con sed.
Al final todo será un mismo infierno que aprendemos a amar ¿será, eso, la felicidad?


Aprieto los labios
con la fuerza
de dejar
mi boca morada.

Los gemidos, internos,
se agolpan al deseo de salir
en un grito espantoso detenido
en nudo
de garganta.

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domingo, 21 de agosto de 2011

"La noche,
es demasiado oscura
para un beso tan corto;

la vida,
demasiado larga
para recordarlo"

3 comentarios:

Ana dijo...

aunque estoy segura que nunca se olvida

Breve pero intenso y bello poema

Un beso

Marcos Callau dijo...

Estupendo Mayte. Un breve muy acertado.

Juan María Jiménez López dijo...

Corto, intenso y eterno como la vida que tu fijas para recordarlo. Me gustan tus poemas en las distancias cortas y largas.


MÁS PUTA QUE NUNCA:
UN ALMA SE VENDE
POR SENTIR UN ESCALOFRÍO
INDESCRIPTIBLE