Salió dando grandes zancadas.
Aquel día, quería correr despojada.
Desnuda ante la vida la creyeron loca,
mientras ella,
solo corria,
solo lloraba.
Salió de su casa para no volver más,
sumisa a la sonrisa, perdida su mirada,
confundidas las caricias,
ella,
solo corría,
solo lloraba.
Porque sabía que no olvidaría,
ninguna palabra,
porque sabia, que su locura,
no podia ser frenada,
así pues... ella
solo corría,
solo lloraba.
La encontraron en la orilla,
su melena la adornaba,
y perdidas las palabras,
ahora era el mar
quien la miraba
quien la lloraba.
Ella se fué rodando el corazón...
y yo, que nunca le dije
que si se iba, también me llevaba.
Ahora era yo, quien junto al mar,
también la soñaba,
también la lloraba.
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