
Soy el captus del desierto,
que pincha y florece,
que aguanta el hielo y el fuego,
que desea beber un resquicio tuyo.
Sensible tras mis espinos.
Salvaje verde de ese desierto con matices dorados.
Dispuesta a mil amaneceres
contigo... solo contigo.
Un beso tuyo que me hace perderme en otro mundo.
Un beso a quemarropa que desintegra mi piel en ti.
Una mirada como un disparo directo al corazón para forzarme a caer sobre tu cuerpo.
Te amo.
Mis pupilas se dilantan en la oscuridad sólo para verte.
El contoneo de tu cuerpo al caminar hacia mi.
Me respiras y yo,
te susurro al oido con aullido de loba y como animal herido,
cógeme, réscatame que no voy a morderte,
sólo soy una pequeña fiera que se deja amansar por ti.
Me quito el disfraz.
Mi piel se viste con tu cuerpo.
Huelo tu piel, tu pelo, y me undo en tu ropa para revolcarme deseosa...
porque te deseo.
Soy, esa pequeña flor del desierto,
que nació para ti...