¡Tengo una extraña paz!
Creí que
solo podría alcanzarla
a las puertas de la muerte.
Yo, los vi,
a todos aquellos que se despedían
con los ojos ya sin brillo,
ciegos de vida,
levantando suavemente los dedos
arrastrados de su mano,
y decir en silencio:
¡dejadme marchar!
Y ahora,
¡Tengo una extraña paz!
Tan poco espero del nuevo día,
tan grande me parece un beso,
que ahora,
que no es ayer,
que no será mañana,
que no será ni instante
el momento que está ocurriendo:
¡Tengo una extraña paz!
4 comentarios:
Jo, increíble.
¿Es tuyo de verdad? Escribes maravillosamente, lo transmites todo con tus palabras... De verdad, me encanta tu estilo.
Es bonito esperar tan poco del nuevo día y sentir tan inmenso un beso:)
Repito, me ha encantado:)
Este momento extraño y difuso en el que todo acaba y a la vez comienza... sin duda eso es paz, calma trascendente.
Letras y vertigo en tu entrada, un gusto leerte.
Saludos almendrados ;)
Reconozco esta extraña paz.....
Es un poema estupendo
un beso preciosa
Que mucho da a pensar esa paz. Para mi esa paz viene con el conocimiento de un camino ya recorrido o esperando la tormenta. sea como sea, te deseo que la paz ilumine tus dias.
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