Mayte Albores

Normalmente lo que escribo lo tengo en la cabeza, en los ojos, en la piel, en el cuerpo... no necesito pensar...

¡Lo que escribo soy yo hecho palabra!



El fuego se apaga con sed.
Al final todo será un mismo infierno que aprendemos a amar ¿será, eso, la felicidad?


Aprieto los labios
con la fuerza
de dejar
mi boca morada.

Los gemidos, internos,
se agolpan al deseo de salir
en un grito espantoso detenido
en nudo
de garganta.

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viernes, 6 de mayo de 2011

Un pulso con la vida

Pensar
que elegimos esta vida,
nos hace sentir más fuertes,
salvo en esos momentos
en los que la incapacidad
se enreda parapetando
el sentido a las decisiones.

Libertad,
¿para nacer?
¿para morir?
Libertad,
¿para ser?

¿Qué es?
¿Qué es ser libre en este mundo
con forma de colmena
y más de una reina,
disfrutando del veneno
lidiado entre sus obreras?
¿Qué es?

Siento como la mediocridad
se va instalando a lo largo de la piel,
con sangre y latido,
con lágrima y sudor,

y se transforma en un eco sordo
la magia con la que vine,
olvidando los mensajes
que grita el alma.

Alimentar el sentido de pertenencia,
engorda ese ego,
nos convierte
en nuestros propios fantasmas,

y ya, adulterada la importancia
de lo material y lo absurdo,
qué importan los gestos de mi cuerpo.

Huyo sin suerte alguna,
de la ropa y el vestido,
de formas y formalismos,
pero ir cargada de remiendos,
nos tumba,
como la fila
de un dominó en equilibrio.

Sólo me queda la muerte,
a la que todavía no espero,
pero sin tener tendencias suicidas
la miro de frente.

Sé,
que en el desgarro del último aliento,
en el último peldaño de mi visión,
la agonía cerrará la puerta,
y comprobará, si tras ella,
es real cuando decimos
que hay "cosas" que son
-"para siempre"-


Y repico como una campana
que sacude en las entrañas,
en mi versos y en mis actos,
que no mata la muerte,
sino la vida,
la que nos va mermando,
la que nos va tornando
en un movimiento inerte.


5 comentarios:

Daniel dijo...

Coincido plenamente en varios puntos de vistas que expones con respecto al egocentrismo, al apego a lo material, a la mediocridad.....¡que bien se va por la vida cuando logras deshacerte de los ropajes y los formalismos que te esclavizan!!!

Me gusto el texto. Un abrazo.

Andrea dijo...

WOOW.
Sin palabras.
...
En serio, me has matado.
¡Buenísimo!
Un besote:)

tsb dijo...

La única libertad es aquella que imaginamos dentro de nuestra cabeza, todo lo demás es reo de sus propias fronteras. La frontera de la vida es la muerte y la de la muerte....¿la vida?, gran pregunta esta, pues en ralidad es el motor que todo lo mueve, el no saber la respuesta a esta constante pregunta de todo ser humano viviente es suficiente acicate para continuar incansables la búsqueda, ¿quién sabe, igual esa es la gasolina que utilizó Dios para darnos cuerda infinita?.

Lo que si está meridianamente claro es que me enrollo más que una persiana de esas antiguas de listones de madera que tenían las abuelas en las ventanas....jajajaja.

En fin, dentro de mi libertad de acción, te mando libremente un besazo de lunes por la mañana amiga Mayte.

Teyalmendras dijo...

Tenemos libertad para amar, crear, soñar... Lo realmente importante es no bajar la guardia para mantenerse lejos de lo banal... lo mecanico y monotono,
procurar salirse de la rueda cada vez que vemos que estamos en ella.
Grandiiiiiiiiiiiiiisimo texto.
Saludos ;)

Lucía dijo...

Eres ÚNICA......Genial!!!


MÁS PUTA QUE NUNCA:
UN ALMA SE VENDE
POR SENTIR UN ESCALOFRÍO
INDESCRIPTIBLE