Mayte Albores

Normalmente lo que escribo lo tengo en la cabeza, en los ojos, en la piel, en el cuerpo... no necesito pensar...

¡Lo que escribo soy yo hecho palabra!



El fuego se apaga con sed.
Al final todo será un mismo infierno que aprendemos a amar ¿será, eso, la felicidad?


Aprieto los labios
con la fuerza
de dejar
mi boca morada.

Los gemidos, internos,
se agolpan al deseo de salir
en un grito espantoso detenido
en nudo
de garganta.

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martes, 22 de febrero de 2011

Nacida de tu mano.



No quiero disimular
cómo se resquebraja
mi máscara de carnaval,
para dejar tras ella,
a la mujer de manto blanco
que jamás se atrevió
a lucir su piel al sol.

Tus rayos van erosionando
este cuerpo desnudo,
y aunque me queman,
me dejo tocar
en esa caricia insensata,
sabiendo que mañana todo dolerá,
cuando mi mente,
se abandone a la vigilia
de la noche solitaria,
mientras mi cuerpo
siga latiendo y gritando a la luna,
que quiere de nuevo tu luz.

Las orillas de mi cadera,
son como la playa
que espera el golpe latente del mar,
destruyendo cualquier frontera
que delimita el espacio, entre nosotros,
para fusionarnos
en una mezcla inseparable.

Tú y yo, es un nosotros ambiguo,
pero si la moneda debe tirarse
tantas veces como deseos tengo,
desgastaré mis fuerzas haciéndola
rodar hasta que salga de cara.

Soy la arena que quiere ser despeinada
con la espuma de tu aliento,
y con la piel fundida por los fluidos
de tu cuerpo dentro de mi...

Te miro,
y hago un viaje por el espacio,
alrededor de todo tu cuerpo.
Te desnudo hasta en la desnudez,
ahora que mis ojos han dejado de ser
cazadores furtivos de tu imagen,
y te penetran,
para tatuarme en la memoria
cada centímetro de ti.

Revoloteo por el surco de tus labios,
y bajando por el cuello te pregunto,
a la altura de tu pecho:
¿te gusta?

Y la sacudida del escalofrío de tu columna,
intensifica mis ganas de salivar.
Cubrirte con la sábana de besos
que se desprenden de mi lengua...
¿te gusta?

Soy el vaivén de una pasión,
nacida de tu mano,
soy el producto de tu voluntad,
soy el resultado de un te quiero,
soy lo que tú quieras que sea ahora,
porque mañana,
nada nos promete vernos de nuevo...

2 comentarios:

David dijo...

Preciosa composición llena de verdad... Me gusta...

Un poema muy Bello...

Felicidades...

Besos

Fran Picón dijo...

Un intenso y emotivo momento con tu poesía equivale a cientos de palabras de muchos que se dicen poetas!


MÁS PUTA QUE NUNCA:
UN ALMA SE VENDE
POR SENTIR UN ESCALOFRÍO
INDESCRIPTIBLE