Hago grandes esfuerzos
por cambiar de bebida:
cava en lugar de cerveza,
por ejemplo,
por besar al aire en lugar de lamerte
por apenas rozarte y
no de golpe y a un golpe, de un abrazo, tirarme
y tirarte
y tirarnos
y tirarlo todo.
Me esfuerzo
por cruzar las piernas
que tienen tendencia a recibirte abiertas,
a jugar con mi pelo y no con tu piel,
a escupirte estupideces como "ahora no"
para hacerme la interesante
¡Pero no me sale!
y entonces llegas y te digo
"vamos, vamos"
y te tapo el ombligo con un dedo
y le canto "eres mi luna" y el mundo entero,
y me vuelvo algo así
como estúpida y romántica y
típica y tópica y como una más
y me lleno de eses y de triples equis y de risas
y subo las paredes a cuatro patas
y me bajas y me pones debajo
y te lucho y te cambio
y corro
y me corro y hacemos corros (y coros)
y luego pienso
"la próxima vez seré más fuerte"
Y sé que no:
dominas (por completo) mis instintos.
Mayte Albores
Normalmente lo que escribo lo tengo en la cabeza, en los ojos, en la piel, en el cuerpo... no necesito pensar...
¡Lo que escribo soy yo hecho palabra!
El fuego se apaga con sed.
Al final todo será un mismo infierno que aprendemos a amar ¿será, eso, la felicidad?
Aprieto los labios
con la fuerza de dejar
mi boca morada.
Los gemidos, internos,
se agolpan al deseo de salir
en un grito espantoso detenido
en nudo de garganta.
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MÁS PUTA QUE NUNCA:
UN ALMA SE VENDE
POR SENTIR UN ESCALOFRÍO
INDESCRIPTIBLE
2 comentarios:
:)
Deliciosos pensamientos femeninos que aderezan la vida.
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