Te amaré, te amaré como pueda
Te amaré aunque no sea la paz
Te amaré, te amaré lo que queda
Te amaré cuando acabe de amar
Te amaré, te amaré como siento
Te amaré con adiós, con jamás
(TE AMARÉ - SILVIO R0DRIGUEZ)
Adviertes,
que la lluvia de tus dedos,
araña;
que tu boca ya no besa,
mastica;
que atraviesas el ángulo recto
de las esquinas con el puño;
que tus pies arrastran
fantasmas con cadenas,
que te detienen de aventurarte
en otro cuerpo,
que hoy
te sientes infortunio y frontera.
Como si eso fuera suficiente
para irme y retirarme de tus ojos,
para no querer
despeinarme con tu aliento,
para no escuchar la resonancia
del aire
cuando te rasga el pulmón.
No quiero abandonarte,
porque te quiero,
y sólo te quiero querer.
Adviertes
en silencio,
e intuyo ulcerosa
aquello que enmudeces.
Y duelo.
Y dueles.
Dolemos
impotentes a esta vida,
y aún, te amo más,
tengas mucho, poco,
o nada que ofrecer.
Te amo
con la incoherencia
de que me quieras
o de que hayas dejado
o dejes de quererme
alguna vez.
TE AMO.
Simplemente,
te amo.
ESCÚCHAME BIEN:
¡te amo!
Y adviertes...
Como si eso fuera suficiente
para irme y retirarme de tu encuentro,
para no querer rebotar
contra las cuerdas de tu voz,
o para no percibir el sonido
que hacen el roce de tu mano
y el tacto de mi piel cuando se juntan.
Adviertes
en tormenta
que eres el azote del mal tiempo,
enseñas tus caninos de lobo
y me ruges para no morder,
en tu locura,
el lugar que antes besabas.
Como si esto,
fuera suficiente para mi... yo,
que no quiero abandonarte
porque te quiero,
y sólo te quiero querer.
Yo,
que aún veo la ternura
en esos ojos ungidos de niñez,
que arrancaron
de mi corrupta falta de fe
un metal pesado
de incertidumbre:
-me re-enseñaron a creer y a querer-
No,
ahora tú, animal salvaje
herido y asustado,
que no sabe qué esperar,
o si algo debe esperar,
no pienso ceder al dolor
que nos condena,
y si muerdes, me accidento
y nos cosemos esta herida
a la vez.
Me he desligado de las redes sociales, de forma temporal pero sin tiempo de vuelta por el momento.
Si un verdadero poeta debe hacerse "autista", se encierra en su "inentendimiento" y remuga por la espera excesiva que hay entre amanecer y amanecer, entonces, me declararé poeta y no rara.
Necesito espacio y tiempo para recuperar la energía que se me va de forma expansiva intentando comprender la inestabilidad de un paso pequeño.
En esa "telaraña", se han quedado amigos que seguirán de mi mano, personas a las que aprecio que, si la suerte no cambia, quedarán suspendidas en la misma virtualidad que un día las trajo a mi, y también, la distancia y la voluntad de quienes pidieron un deseo y les ha sido concedido: "ese pequeño punto suspendido apagó su nombre".
Las etapas, son buscar en el cambio, un momento mejor.